El primer texto de este blog se publicó el 19 de enero de 2008.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Notas luctuosas y no luctuosas alrededor del Once de Septiembre

El 9-11 no es más el número telefónico de emergencias en Estados Unidos, es una fecha luctuosa recordada cada año como fatídico jalón histórico y, en sabiendo lo que vino, en rememorar el por qué "estamos" haciendo la guerra a los "terroristas", concepto que engloba hoy día muchas cosas, fundamentalmente a todo lo inconveniente al stablishment; revisando la historia casi todos los gobiernos y por el contrario movimientos antigubernamentales pudieran calificarse de terroristas; esto sin ánimo de reinvidicar ningún acto de violencia pero sí el uso y abuso de algunas calificativos.
El primer aniversario del derribo de las Torres Gemelas en New York acaecido bajo el gobierno de Barack Obama quien, como he dicho anteriormente ha tomado la guerra en Afghanistán como "su guerra" alejándose de la nefasta sombra de la guerra en Irak promovida por su antecesor; lo pasé comiendo pastas con unos amigos; no eran amigos cualquiera; es mi profesor de cerámica de quien aprendí esta técnica en La Habana hace muchos años y hoy por hoy un gran amigo acompañado por un escultor, recienconocido en su exposición personale n el Miami Dade Community College, Nortn Campus, personaje singular en esta ciudad por su expontaneidad aún no diluida (y ojalá que nunca asi sea) en las prisas e indiferencias de esta semiurbe surfloridana. Ese dia, viernes, ignorándo la histórica fecha, establecimos la nuestra, acordamos comer pastas cada once de septiembre, asi de bien la pasamos, fue ocación para mostrar mis dibujos al recien amigo y el antiguo profesor y hasta de leer algún cuento, Quizás fue indolente no recordar a quienes hace ocho años cayeron al vacio, fueron aplastados por una mole de concreto, se asfixiaron bajo el polvo o se sacrificaron salvando a los demás como el más de centenar de bomberos sepultados en aquel desastre pero así son las cosas cuando no nos tocan directamente sinó a través de una fria y dura pantalla, si bien esos días nos tocó a todos... el tiempo es capaz de alejarlo todo sobretodo a quienes más lejos estábamos geográficamente del epicentro de la tragedia.
Por otra parte, este mismo octavo aniversario de tal hecho, ocurrían dos muertes quizás no tan relevantes para muchos pero conocidas por mi; una fue la de la persona de más edad del mundo, la norteamericana Gertrude Baines cuya modesta vida no hubiera trascendido sino hubiera entrado en la categoría de supercentenarios (más de 110 años) hace un lustro; en febrero de 2009 cunmplió 115 años y murió el once de septiembre en un ancianato de California; ocupando el lugar 16 en la lista de personas de más edad de todos los tiempos.
Horas más tarde se daba a conocer el deceso del comandante de la Revolución Cubana Juan Almeida Bosque, de imagen ineludible para las últimas generaciones de cubanos; nunca abandonó ni fue apartado de la cúpula del gobierno cubano habiéndose unido a Fidel desde la primera acción armada contra el cuartel Moncada en Santiago de Cuba, estuvo posteriormente en la cárcel modelo de Isla de Pinos junto al líder y fueron amnistiados por Batista; Fidel y sus compañeros, incluido Almeida, se exiliaron en México y de allí partirían en el yate Granma junto a Ernesto Ché Guevara, Camilo Cuenfuegos y más de setenta expedicionarios, para entrar por el oriente a hacer la guerra de guerrillas contra el ejército regular del dictador desde la Sierra Maestra.
Si, conocíamos muy bien la historia de estos comandantes-ídolos de cuyas buenas intenciones del principio incluso no dudo; solo que se anquilosaron en el poder y son hoy una gerontocracia nada "revolucionaria" si atendemos al significado exacto de la palabra; pero hoy sólo queda despedirlo, sin demasiada ceremonia según se dice por su voluntad; incluso el luto nacional será, extrañamente, de doce horas, quizás por que sus hijos han disentido de los sagrados ideales y uno haya arribado a Miami recientemente y otro hizo una huelga de hambre para demandar el permiso de salida de Cuba y tales cosas hayan empañado póstumamante, a este Héroe Nacional (título otorgado en 1998) o bien las cosas no estén en el país para reunir una multitud en torno a alguien de la generación de Fidel en la Plaza de la Revolución, antigua plaza Cívica lugar acostumbrado para estas grandes ceremonias donde, en una semana, se acogerá el concierto de Juanes tan aberradamente cacareado desde la orilla miamera mordiendo la siempre tentadora carnada del anzuelo tendido desde el malecón al otro lado.

No encontrando cómo terminar estas notas, aqui se las dejo...
Más sobre Juan Almeida y Gertude Baines en mis blogs "Intermitencias de la muerte" (http://holamuerte.blogspot.com/)

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