El primer texto de este blog se publicó el 19 de enero de 2008.

lunes, 20 de abril de 2009

Pedónadme la ignorancia.

Voy a disculparme de antemano por mi ignorancia de los asuntos tratados a continuación, las instituciones de un país no se manejan de una manera tan simple o ingenua como para ser entendidas por un paisano sin demasiada instrucción política-económica pero al menos tengo el derecho y la libertad, cosas a veces no ligadas como debieran, de exponer mis pensamientos y también la capacidad y la posibilidad de hacerlo, aqui les va pues.
Recientemente está cubriendo las primeras planas de algunas publicaciones el empleo del “waterboarding” como método de interrogación en cárceles de la CIA; para quienes no estén al tanto este es el sistema de meter la cabeza del interrogado en agua hasta casi ahogarlo y asi desesperarlo, hacerle sentir que muere y conseguir una confesión; lo digo friamente en dos líneas pero me deja helado la cantidad de párrafos, páginas, documentos, generados para dilucidar si esto es una tortura o no y, más recientemente, si quienes lo practicaron deben ser procesados o no ¿es tan dificil llamar las cosas por su nombre? ¿los jueces, los políticos, esa gente “de por allá arriba” se hacen los bobos o tienen un pacto con los prouctores de papel?
El waterboarding practicado por un nazi durante la Segunda Guerra Mundial seguramente fue un agravante a la hora de procesarlo por crímenes de guerra; cometía un acto sin duda aborrecible, es un verdugo, un asesino o en el mejor de los casos un trastocado mental (no el mejor de los casos para quienes cayeron en sus manos, claro). No concibo qué pueda pasar por la mente de un individuo que hace esto y no se justifica estar atrapado en ciertas circunstancias, siempre hay la posibilidad de negarnos a hacer lo que no va con nuestra esencia y así comenzar a cambiar las cosas.
Una secuela más de George W. Bush es el haber definido el waterbording como un método de interrogación, no como una tortura; siempre he respetado a las figuras públicas en cuanto al esfuerzo implícito en dar la cara, y el trabajo desarrollado, malo o bueno, es trabajo, es cantidad de horas dedicadas a una actividad determinada; en el caso de la alta política una actividad intensa; pero ante tanto cinismo sólo queda decir que tan asesino es quien encerrado en un cuarto, inmune y protegido para cometer cualquier arbitrariedad sumerge la cabeza de aquél irremediablemente en sus manos como quien justifica esto ante una nación, por otra parte ¿Cuan infalibles son las confesiones arrancadas de esa manera? ¿Tendrán la misma validez de aquellas sacadas a las brujas del medioevo semidescoyuntadas en el tórculo?
A veces me pregunto si se da tantas vueltas para deportar a un inmigrante, para detenerlo, esposardo y enviarlo a una cárcel temporal hasta sacarlo del país sin importarles si no puede recoger ese dia los niños a la escuela, si la esposa lo espera; sin preguntarle cómo se ha ganado la vida; se aprueban las redadas a fábricas enteras afectando la ya trastabillante economía, se sacan del país a miles de “consumidores” algo tan importante para a circulación del dinero; muchas de las casas y autos no pagadas a los bancos fueron dejados sin dueños porque estos fueron sacados sin comtemplación del pais, de su hogar.
No salgo de mi ignorancia porque no sé porqué para unas cosas se gasta tanta papel y atención y se pagan jueces y se hacen reuniones y otras se dejan de lado, como las mencionadas redadas que continuan; quizás las dos cosas estén relacionadas; quizás repose en el subconciente nacional que quien cayó en manos de la CIA o de Inmigración son gente despreciables y deben ser tratados sin miramientos para que no se atrevan a volver a este país.