Hace hoy una semana el ejército y congreso de Honduras depuso a su presidente después de un "dime que te diré" relacionado con las intenciones de re-elección aunque el mandario alegue lo contrario, mas este otro socialista a bordo de la nave roja de centro y sur américa podría estra yendo por el camino de sus colegas.
No se sabe que ha sido peor, el remedio o la enfermedad; si bien "se quitaron de encima" a Zelaya lo han hecho de una manera que mucho se asemaja a un golpe de estado por mucho de constitucionalidad que quieran darle al asunto; han sido condenados por todos, o en otras palabras han recibido palos de todos lados, el gobierno interino expulsado de el OEA, condenado por Estados Unidos, repudiado y hasta amenazado por los líderes del socialismo del siglo XXI encabezados por el Chavez del cuatro(*).
Hoy Zelaya, conocido mundialmente gracias a este abrupto pasaje, quizás el hondureño más conocido en un buen tiempo en un país donde lo más destacado en las noticias de los últimos años ha sido el ciclón Mitch que devastara su costa atlántica (y si usted no vive en América quizás tampoco se enteró de eso); ha intentado regresar acompañado de el presidente de la OEA y la presidenta de Argentina y según noticias de la última hora ha debido abortar tal decisión. Tras haber anunciado su arresto si tocaba suelo hondureño el Congreso optó por la medida más radical de no dejarlo siquiera llegar, algo que, según un representante de la Iglesia católica podría provocar derramamiento de sangre; los ánimos andan caldeados y los Zayistas, de camiseta roja, enarbolando banderas roji-negras y con imágenes del Che ya han tomado algunas calles y se dirigían al aeropuerto a recibir a su presidente.
Ante la inminencia de la llegada a casa de Zelaya algunos sectores comerciales y sindicales retiraron el apoyo al presidente interino encabezado por Roberto Micheletti demostrando su poca firmeza, se dejaron intimidar por el tamaño de las cosas.
Considero que con esta última movida de Micheletti vuelve a cometer una impresición; de alguna manera con Zelaya arrestado en su territorio podria tener mas control de esta figura ahora volando de país en país, en una semana ha estado en Costa Rica, Estados Unidos y acaba de aterrizar en Nicaragua desde donde Daniel Ortega está haciendo un raro movimiento de tropas a la frontera imitando la fanfarronada chavista cuando movió tropas a la frontera colombiana a raiz del conflicto de Alvaro Uribe y Rafael Correa pues, tal parece, que estos políticos no lo son tanto sino se tienen que valer siempre de despliegues de tropas para demostrar su razón, con esto, le estarían dando la razón la propio Michelletti. En Honduras ha sucedido algo inusual para estos tiempos en América, pero es un problema hondureños, quien lo apoye o repudie es mejor que lo haga desde afuera y sino también será justamente repudiado por todos.
Las sanciones de todo tipo que se le vienen encima a Tegucigalpa afectarán, como bien se sabe más a todos aquellos que, a favor o no del nuevo estado de cosas, viven en ese país. Si quizás parezca esto la hecatombe y la posible salida al asunto recordemos que hay muchísimos paises con cúpulas militares al frente y sancionados por sus vecinos y organzaciones mundiales y ahi han persistido; por sólo mencionar uno recinetemente en las noticias tenemos a Myammar donde el mismísimo Ban ki Mun, presidente de la ONU le fue negada la visita a la lider opositora.
Por ahora, en cuanto a Honduras, sólo queda esperar.
(*) Chavez del cuatro; aduciendo a su golpe de estado del cuatro de febrero del 92
domingo, 5 de julio de 2009
viernes, 3 de julio de 2009
God bless America

Desde el comienzo de siglo marcado por el atentado a las torres gemelas del World Trade Center estamos asistiendo a la “War on terror” justificada por el débil concepto de guerra preventiva satisfaciendo de paso el deseo de venganza alimentado contra quienes osaron atacar suelo norteamericano; amén de las bien fundamentadas teorías de conspiración que hacen dudar hasta de le existencia de Bin Laden, George W. Bush comenzó su cruzada primero contra un siniestro personaje de esporádicas apariciones en cortos videos de amenazante calma contra los infieles; de los talibanes, anfitriones de líder de al Quaeda, ya conocíamos su discriminación a la mujer y otras costumbres abominables para el mundo occidental; muy a propósito, con mucha antelación se nos había inyectado el odio hacia ese grupo, con base en Kabul, inculpado por el acto terrorista de mayores consecuencias posteriores de la historia.
En 2003 fuimos testigos mudos del comienzo de la impopular invasión a Irak, principio del via crucis inesperado para la historia bélica norteamericana; a los pocos años, con miles de víctimas militares e innumerables de bajas civiles (casualties) se estaba hablando del Viet-Nam del Medio Oriente. Sacado Hussein del poder, aún con el ejército más moderno del mundo en las calles se desató el caos de los antagonismos en un pueblo trágicamente dividido; los jóvenes soldados de uniforme camuflado se vieron envueltos en una guerra civil ajena donde todos luchaban contra todos y nadie quería al invasor por mucho que les hubiera quitado de encima el dictador.
El cuadro entregado al nuevo presidente norteamericano fue muy complejo y para contra en medio de una recesión económica de talla mundial y el episodio del ataque a la franja de Gaza por los israelíes, aliados incondicionales de Estados Unidos repudiados por el mundo por su acto de barbarie, mas “no matter of what” defendido por Washington.
Hoy Barack Obama ha cumplido con sus promesas de campaña comenzando la retirada escalonada de territorio iraquí; inmediatamente se han desatado hechos literalmente explosivos en diferentes puntos de ese país con un saldo de más de un centenar de muertos. No obstante esto no es lo importante para la nueva política; con gran movimiento de marines apoyados por la fuerza aérea de la OTAN y el ejército regular afghano tomando desde el sur la región dominada por los talibanes, Obama le da forma a la guerra; hace más entendible el mapa de la dirección de las tropas y sus objetivos; el enemigo no sale de una esquina, no es un niño con un chaleco-bomba; está allí adonde lo están llendo a buscar; con este paso se reinvindica un tanto la dignidad del ejército norteamericano que sino con el rabo entre las piernas al menos sin trompetas de triunfo han salido de Irak.
Para reponderme la pregunta hecha en el pimer párrafo de este texto hube de retroceder un poco en la historía y ver cómo Estados Unidos combatió al comunismo desde los enfrentamientos directos con los seguidores de Ho Chi Min hasta solapadamente a través de la CIA en cualquier rincón del mundo especialmente en los estados emergentes africanos con esa inclinación; la mancha roja euro asiática no debía desbordarse al resto del mundo, era suficiente con esa espinita clavada a noventa millas detonante de La Crisis de Octubre estratégicamente saldada con Moscú.
Mi conclusión es que la política americana no distingue entre dictadores u orientacion ideológica o religiosa: no ha hecho mucho con dictadores de paises irrelevantes para sus propósitos y han sido amigos de algunos cuando conviene; en la historia reciente su mayor aliado económico es China y apoyaron a Musharraf en Pakistán hasta su renuncia.
Ahora se me revela y es simple: Estados Unidos combate a los enemigos de su mercado, va a la conquista de territorios donde será difícil abrir una franquicia de Mc Donald, vender Coca Cola o distribuir el estereotipado producto de Hollywood y es antagónico de aquellos que ensombresen su hegemonía en el mercado de energéticos como la Rusia de Putín; con esa perspectiva barre a los talibanes con aires de justiciero y preventivo y de paso gana su guerra en el área donde en un futuro pasarán las rutas del petróleo y el gas natural de Asia Central hacia la salida al mar comprometida con Hormuz, puerto en Irán, por lo que no nos extrañemos que la ireciente nestabilidad en ese país haya sido, quién sabe como, catalizada, desde La Casa Blanca sin quitar un ápice de razón a las motivaciones y legitimidad de las protestas; cómo no nos extrañemos que años más adelante intervenga en la discusión de Teherán por sus derechos de parte del Mar Caspio.
La guerra para Estados Unidos es una inversión y en los frios cálculos de las ganancias a corto y largo plazo no entran las miles de vidas perdidas; de todos modos los gringos se encargarán de hacer la historia, de designar a los héroes y quienes, sin ánimo de originalidad, vislumbramos tales cosas nos tenemos que conformar con el patético papel de la “oposición” intelectual sólo con una débil voz en un minúsculo rincón del mundo virtual.
miércoles, 1 de julio de 2009
Irán, la persa

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