La religiones más masivas, aquellas que han ganado millones de fieles y han erigido imperios; que se vieron amenazadas por el escepticismo y hoy pueden estar resurgiendo gracias al acercamiento a la espiritualidad de la humanidad frustrada, son, a la luz del caos mundial, un demostrado fracaso.
Ni el espíritu del Islam ni las enseñanzas de Jesés han servido para contener la naturaleza humana y si bien hay quienes buscan un Dios y practican los principios que atribuimos a la religión, aunque son en realidad la esencia de ese individuo; la sociedad en general no demuestra ninguna piedad, no está en paz y el egoismo es la guia para todos sus actos.
Todo comenzó mal cuando la religión se instituyó en estado; desde que el Imperio romano tomó el cristianismo y quedó atrás la época de los mártires echados a los leones; desde esa fecha la Iglesia tendría una política de estado o el estado tuvo a la religión como parte de su política, el cristianismo desde entonces se ha subdividido en cuantos intereses políticos han habido a la fecha.
En el Islam otro tanto sucedió desde las tempranas esciciones entre los seguidores de Alí (Shiitas) y los estrictos seguidores de la Sunna (Sunitas); los califas, lejos de ser elegidos divinos eran adminsitradores de bienes y no poca muerte ha habido y hay en guerras entre los mismos musulamanes.
Israel, apegado a la tradición judia, podría ser el menos vituperado en este texto, en todo caso en su libro no se meustra piedad alguna y las leyes alli planteadas son sólo para complacer a Dios no para una reinvindicacion humana, no obstante las prevaricaciones narradas en esa misma historia sagrada hacen ver como el pueblo elegido ha tenido una tendencia a alejarse de sus principios y hoy por hoy muchos andan no sólo dispersos como es sabido, por todo el mundo, sino alejados de sus prácticas pudiéndo considerarse esto un fracaso de su religión; no siendo asi su desprecio por “los otros” al punto de no importarle al estado judio la opinión mundial para masacrar a su enemigos, esto es parte de sus preceptos.
Hoy, cuando el mundo interconectado y globalizado nos permite conocer la vida y pensamiento de muchos otros podemos escoger nuestra conducta más que en otros tiempos a esto ayuda la tolerancia con comportamientos antes condenados sin remedio ni defensa; podemos vestir, comer, escoger pareja en muchas maneras diferentes a las pensadas por nuestros padres y abuelos; si las religiones hubieran calado en el pensamiento humano todo eso hubiera sido más constructivo pues estoy hablando de los principios éticos que estan insuflan, pero un gran porciento de lo que se canaliza por la internet, por ejemplo, es una gran aberración y lo que trasmiten los medios masivos de comunicación, otro tanto; el hombre (y la mujer y los niños) se corrompen, se pudren y nos asombramos aún que se apedree a una mujer adúltera o se den latigazos a otra por vestir inadecuadamente, lo llamamos salvajes y no vemos cómo, aunque no en nombre de la religión pero si, llevado a cabo por hombres que dicen tener fe se esparce sufrimiento por todas partes: un sicario en Colombia puede tener un crucufijo en el pecho, un narcotraficante mexicano va a misa, un lider de un país musulmán reprime hasta la muerte a sus detractores… las religiones, definitivamente, han fracasado.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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2 comentarios:
Pues la curiosidad me ha traído hasta aquí y entre tanto blog como tienes he empezado por este
Un saludo desde Cataluña España
Je je, hola Roberto, bien lo ha dicho Isabel, entre tanto blog que tienes, es difícil decidir... Me gusta el arte pero también la discusión creativa y documentada... si bien no ha sido ése el espíritu de mi blog... que resulta bastante light.
Tal vez encuentres "lógico que ahora pase a comentar acerca de este post y del Islam. Habría que relativizar esto de que como religión sea "un fracaso", no sólo en términos de adeptos -cada día hay más- sino en términos de sus planteamientos originales, los cuales, contrariamente a lo que se divulga en el mundo occidental, en general son bastante progresistas, así como del Sufismo, es decir su expresión mística, la cual es brillante. Desde luego, está la parte obscura y lamentable del terrorismo fanático y exaltado, al que no hay que ver desligado de su cotexto socio-político global.
Hasta aquí lo dejo por ahora. Muchos saludos y hasta pronto.
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