El primer texto de este blog se publicó el 19 de enero de 2008.

sábado, 19 de enero de 2008

Una presentación necesaria

En el estreno de este blog, cuando todavía ando lidiando con algunos asuntos de su configuración consideré justo publicar este texto del cual sale el nombre; fue escrito cuando vivía en Wheaton (1999-2000) estado de Maryland en Estados Unidos; para abreviar siempre digo haber vivido en Washington DC pero mi ubicación exacta fue en esa localidad a escasas millas más al norte.
Espero estar más activo en este blog a partir del comienzo del año de rata de tierra el próximo siete de febrero por el otro calendario; debo de poner en orden algunas ideas, distribuir como es debido el tiempo y también explorar este site para darle un buen uso para el propósito de hacer de esta tribuna un lugar verdaderamente público para lo cual he creado este blog desde el valle del Cauca en Colombia.

El cuento no es una declaración de principios y, de todos modos, el contenido de este blog variará mucho; desde temas de arte hasta reflexiones sobre la actualidad noticiosa, también publicaré otros cuentos escritos esporádicamente, será un lugar tan variado como lo es, les confieso, mi estilo de vida... ya les iré contando... por el momento los dejo con "Gnomo Transparente"...


"Nací y crecí bajo las rojizas barbas de un gigante al que siempre vi vestido de verde, según él para confundirse con los árboles; me alimentó y cuidó sólo exigiéndome lealtad, compromiso válido cuando es sincero y así lo defendí bajo cualquier circunstancia y lo hice con alegría hasta conocer que tan grande era su talla como sus contradicciones y lo mismo defendía a pajarillos de más allá del monte de una legendaria águila como aplastaba a los animales de su propio bosque; no había perdido la mítica costumbre de luchar contra los dioses, ciego a la realidad de la milenaria victoria de estos además de padecer de una incontenible gigantofagia complicada con impiedad, de manera que devoraba a todo quien amenazaba alcanzar su estatura; en mi condición de gnomo transparente este no era mi caso mas decidí esconderme por un tiempo en las montañas. Ciertamente "esconderse" es un término pretencioso cuando se trata de hacerlo de este gigante cuya sombra aun hoy me alcanza cada vez que evoco aquellos dias, sobretodo en los atardeceres cuando las sombras se alargan y vienen del oeste enredadas en semirojizos tonos antes de despedir al sol;en realidad pude irme a la cordillera con la venia de mi señor pretendiendo llevar conmigo cantos de mi región, cosa de mucho agrado para tal personaje pues daba muestra de lo bien educados que estábamos sus súbditos.
La lealtad tomó otra dimensión más personal o egoísta por aquellos alejados lares y para ser fiel a mis nuevos principios quise alcanzar ese lugar donde nos creemos más inalcanzables por el gigante; para ello hay que pasar, irremediablemente, por una de estas tres pruebas cómo no puede faltar en las historias medio ovales: O te aíslas por unos años y te anulas de tedio para ser un total desconocido a la hora de cruzar el puente; o te lanzas al lomo de un monstruo líquido que a su capricho te permite pasar al otro lado o te engulle para siempre; o haces que te crezcan alas y vuelas de un lugar a otro hasta que a puro tropiezo llegas a tu deseado destino. Ya había yo volado a las montañas y hasta me sirvieron las alas para recorrer esa región; pero de tanta humedad mis alas ya no llegaban al viaje mas importante y hube de emprender una larga caminata que me llevó a una casa de madera, amarilla, con techo rojo a dos aguas donde, además de a mi abuela, encontré tres palmas en el jardín, tres tias y tres primos, por lo que la Santísima Trinidad no fue nunca motivo de grandes misterios en esa casa; esto me gustó y más aún saber que la casa amarilla, de madera con techo rojo a dos aguas estaba ubicada al extremo sur de la península más sureña del país que andaba yo buscando; la gran península, alargada y muy florida apunta a la isla de donde había venido originalmente, alargada también pero no de arriba a abajo sino atravesada en el mar; así sucede en todos los mapas.
Abuela cocina y protesta por todo lo que es su razón de ser; prima Lina mecanografía bonitas solicitudes de trabajo abandonados a las pocas semanas para sentarse otra vez frente al teclado... a veces me da pena su gordura y su tartamudez... una vez se intentó suicidar...; mis otros dos primitos, hijos de María de los Ángeles -y sólo de ellos- la de los ojos grandes; juegan con sus vecinitos en el patio; su casa está después de este, algo más pequeña, más amarilla y más de madera, a dos aguas también;Tía María tuvo que abandonar el trabajo pues sus preciosos ojos ya no le sirven tanto y se dedica al próspero negocio de la venta de vitaminas a domicilio. Mis otras dos tias trabajan en una ecléctica tienda donde se puede conseguir todo lo concerniente a la crianza de bebés …pero estas historias ya fueron contadas en otra ocasión; yo sólo quise decirles de donde vengo como prometí hacerlo alguna vez o también para responder la triplefilosopregunta "De donde venimos, a donde vamos, quienes somos".
Las dos primeras interrogantes creo haberlas respondido en los primeros párrafos y en cuanto adonde voy, amigos, eso es algo fácil de contestar: hacia delante aunque por lo pronto ando vadeando un arroyo plateado que me ha traído buena suerte, pienso estar pues un tiempo por acá a pesar del el agua tan fría en el invierno tan frio lo cual, no sé por qué hace recordar con más intensidad las flores de la península…hoy, por cierto, vi a los árboles lanzando quejas sepias al suelo y esto sucede siempre un poco antes del tiempo más frío.
Les cuento, para terminar, que los gnomos transparentes cuando queremos hacernos notar usamos un tricornio magenta que además de tornarnos la voz más potente caza las musas; pero nos quedamos desnudos para dejar ver el paisaje. Nuestra existencia depende del uso que se le dé al tricornio una vez nosotros disueltos en los colores circundantes; hay quienes tienen la dicha de pasar su tricornio de generación en generación o puede que se bote el ridículo sombrerito por no encontrarle algún uso.
Los dejo pues, con un acertijo que se me ocurrió precisamente en el invierno pasado al que quizás puedan encontrarle música o sentido, cualquiera de las dos cosas me haría muy feliz; por cierto, ¿alguien recuerda a un gigante del que hablé alguna vez.?

Las lágrimas del invierno se acumulaban en la despensa de Dios
un gnomo transparente aprovechaba su encierro en la caja de vísceras para fabricar con tierra un artefacto de medir el tiempo.
Unas letras copulan en su tricornio y le prometen dar sustento; él demora su parto con el sentido impráctico de la vida que le dicta canciones para el viento frío,
danzando entre blancos recuerda a los ángeles, esa ciudad donde monto un dragón de alas malvas y dejo la sonrisa eterna por lo efímero de la vida
…vanidad de vanidades, todo es vanidad…"

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