Mientras en América nos entreteníamos con el surgimiento del socialismo del Siglo XXI y las elecciones primarias de Estados Unidos, a nivel más global estaban gestándose cosas determinantes para el control del poder a nivel mundial en las próximas décadas.
Del otro lado del océano y muy tierra adentro, en la una región comúnmente llamada Asia Central, tierra de Uzbekos, Kazajos, Kirgystanes, Azeris y Turksmenos entre otros, donde el mar Caspio y el Aral son vias de comunicación los gobiernos de estas repúblicas ex-soviéticas juegan sus cartas para distribuir a la manera más conveniente las fuentes de energía de su subsuelo y para ello se está considerando dos opciones: construir un gaseoducto para distribuir gas a Rusia y que esta sea la encargada de venderla a la Union Europea o construir otro directamente a través del Caspio hacia Azerbaijan (ya existe un tramo adelantrado en Kazhajastán, la más extensa de estas repúblicas limítrofe con Rusia) y de ahi saldría a Turquía. Es bueno anotar que China también esta invirtiendo en esto y que todos estos paises tiene en común no sólo una organizacion creada al respecto (Shangai Cooperation Organization) sino ser paises encabezado por líderes dispuestos a quedarse en el poder más allá de lo razonable como lo han demostrado y que no necesitan mucho concenso para cambiar las leyes en sus países lo cual facilita el intercambio económico con ellos.
Rusia está emergiendo como gran controlador de toda esta situacion y sabiéndose en dominio de un sector tan importante como la energía, recientemente dejó saber su disposicion de tomar medidas no diplomáticas al enfrentar las negociaciones norteamericanas para instalar el escudo antimisil en bases militares en Europa. No hay que olvidar que Rusia recientemente proveedora de uranio a Irán, demostrando su independencia al tomar medidas desagradables a Washington.
Los recientes hechos en South Ossetia muestran cuan poderosa se siente Rusia al desafiar la opinión mundial como en tiempos de las invasiones a Checoslovaquia, Polonia y Afghanistán en la era soviética, tiempos de guerra fria, no tan fria para los paises invadidos; el reciente conflicto también hace pensar en la patética ironía de un Estados Unidos metido hace un quinquenio en casa de los musulmanes para ver ahora surgir un verdadero contrincante capaz de invadir a uno de sus aliados.
Con el primer disparo en South Ossetia, el mundo ha cambiado irreversiblemente; más bien, ha sido el aviso para decirnos cómo ha estado cambiando; el 9-11 le cambió la vida sobretodo a quienes viven en Estado Unidos y el Medio Oriente, el 888 va a dejar secuelas mas sólidas porque no se basa en una quimérica cruzada contemporánea llena de mentiras y terrorismo de gobierno (con todos los intereses económicos y de poder a cuestas) si no de una demostración de fuerza del Oso aparentemente dormido, una fuerza que puede balancear el mundo hace casi dos décadas unipolarizado a favor arrogante Tio Sam.