El primer texto de este blog se publicó el 19 de enero de 2008.

jueves, 17 de julio de 2008

Mundo de algodón


Para algunas especies marinas el miedo tiene forma de algodón, espuma blanca flotando libremente que puede ocultarlos de su entorno…; si por alguna eventualidad perteneciera a una de esas especies hubiera producido una cantidad apreciable de algodón cuando me enfrenté por primera vez a un octópodus… pudiera haber sido algodón verde pues se mezclaba con asco… repulsión es la traducción exacta… asi que nada de algodón de menta para aquellos que pensaron en dulces nubes sostenidas por delgados palitos surgidas misteriosamente por fuerza centrífuga y otros azares físicos en alguna esquina de la feria con un vendedor pregonando otros sabores… seria más bien una mucosidad pegajosa amenazando saturar el aire.
Patt, el jefe, levantó una roca adonde se aferraban decenas de octopodus, la sacudió sin compasión pero sin furia, aplicando la entereza necesaria para dejar caer unos cuantos en el blanco patio de donde los escogeríamos… me invitaba con sus tranquilos ojos verdes a hacer lo mismo… y me dijo “si no son suficientes los de las rocas puedes buscarlos en los rincones, alli hay muchos, arrastra los que más puedas, asi es mas facil escoger los buenos… asegúrate de que tengas las dos tenazas y ocho patas…si tienen solo siete patas arráncale una para emparejar…“ asi me decia, verdes sus ojos tranquilos como tranquilas aguas de mar cuando son verdes y tranquilas.
¿Como iba a hacer esto yo con tanto algodón por medio? No es lo mismo que limpiar las habitaciones de los condenados donde mi inmensa mano los acosa escudriñando en cada suciedad de los rincones con un rústico algodón cortado al cuadrado… alli soy Dios a pesar de los dardos de ecepticismo de algunos quienes, si me descuido, me pudieran dañar pero divino al fin salgo ileso y me les rio detrás de la infranqueble pared transparente; me pregunto si me ven…
He visto esas paredes maquilladas de un miedo malva como sus moradores… fino polvo decorando aleatoriamente bien el piso o alguna otra superficie, o todas; aunque generalmente estas suciedades son color sepia, algo asi como fotografia de abuelos jóvenes… ¿nicotina?… no, aqui es imposible fumar, ni siquiera prender una chispa…; no me importa realmente de donde sale todo este estercolero ni del color que sea… soy sólo el encargado de limpiarlo, dejar todo nitido… No se admite en este espacio a mas nadie que quien lo habita … un habitante desnudo y asustado existiendo anodinamente hasta tomar otro destino no más ni menos importante, no peor ni mejor, quizas ni siquiera diferente donde seguiran escretando sepias o malvas u otros miedos…; a veces me pregunto si estos condenados estarán usando esas aterradas escreciones, perdón, quise decir terrosas, para decir algo… si estas partículas recogidas ahora en mi instrumento profiláctico hayan sido organizadas en ese plano con un propósito emocional, con una voluntad estética, poesia incomprensible para otros pero único miedo, perdón, medio para hacer algo diferente estos cinco rectángulos de acrílico de aquellos otros cinco rectangulos acépticos con otro individuo excéptico, malva o algodonado…
En mi juego a ser Dios me sorprendo ya espantando a los octópodus; los tomo entre mis dedos para contarles las patas mientras me sigo preguntando ¿si Soy el que Soy, es posible sentir miedo?… si, Yo tambien tengo mis algodones flotando en la inmensidad azul… por miedo puse a prueba a Abraham… temí mucho perder desde el principio mi historia y necesité con desespero la fe de esta criatura… ¿a qué le temo?… a lo que sea temo decirlo y el miedo me enfurece y agrisa mis algodones hasta que estallo en llanto de rabia y si tal estado de ánimo perdura puedo ahogar en mi miedo a las criaturas con el mismo liquido esencial para sus vidas, paradoja y rejuego que les dejo por los siglos de los siglos, amen…