
Hoy ni siquera he salido a la calle, es casi mediodía, el sol arroja sus dardos a quien ose tocar el asfalto allá afuera, eso me ha cohibido iniciar una caminata inspiradora ; le he dedicado la mañana a dos o tres cosas frente a esta pantalla y a veces me aburro, el tedio me alcanza; me levanto e intento ver algo en la tele, que ingenuidad... tomo un libro... me revuelco en el espacio como en la cama en las noches, como las palabras en mi cabeza sin mucho orden ni rumbo ; ¡si fuera todo tan ordenado como en el almanaque ! ahi los dia numerados, las páginas cuadriculadas dan la idea del paso del tiempo sin la premura del su apresurado pariente marca-horas pero tan igual de inviolable y fatal .