¿Se han fijado en la semejanza entre una cafetera y un reloj de arena?; me refiero a la cafetera de hacer café no a la de servirlo… … pues esta semejanza no es casual…; Aún cuando era un endeble cono de tela sostenido heroicamente en flejes de lata el colador de café, antecesor de la cafetera y la máquina de expresso era una máquina de procesar tiempo a lo cubano; Dígase la palabra mágica “café” y no importa cuantos minutos queden para su posterior cita o gestión ni la distancia ni el tiempo que se tomará en llegar; se detiene todo y se espera la coladita. El buchito de tiempo, suficiente para animarnos, despertarnos, desemborracharnos, desamodorrarnos… está hecho con los elementos basicos: tierra, fuego y agua y también con el aire del soplido ritual a la superficie líquida precediendo la plegaria“¡está hecho con candela!”, luego los labios en el borde de la tacita, el echar la cabeza hacia atras y el gesto de complacencia y habremos terminado. Es por ello que el cubano tiene dominado el tiempo, siempre llegamos a tiempo cuando para los demás es tarde; si de tarde se trata hasta a la república y a la democracia llegamos después que los demás; no hay a apuro ni para estos procesos históricos. Es el tiempo del cubano oscuro y amargo, es por ello que se endulza con ese buen humor, cómo gránulos blancos de azúcar, primera industria de la isla por mucho tiempo.
domingo, 6 de julio de 2008
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